Una prueba de paternidad prenatal no invasiva determina quién es el padre antes de que nazca el bebé. Mientras la madre está embarazada, el perfil de ADN del bebé se determina a partir de células fetales que flotan libremente y que se encuentran en la muestra de sangre de la madre. El perfil del bebé se compara con el perfil de ADN del hombre examinado: su ADN se recoge mediante un simple hisopo bucal. En situaciones en las que no se dispone de un hisopo bucal, también podemos procesar otras muestras, como recortes de uñas, colillas de cigarrillos, hisopos de oído, etc., para el posible padre. Luego se genera un informe para mostrar si el hombre examinado es o no el padre biológico.